NUESTRA HISTORIA
La historia de Econexiones Unidas es ante todo una historia de dos seres de continentes diferentes que encontraron un sentido común a su relación, un sentido vinculado a la protección de la naturaleza que quisieron proyectar a todos los seres humanos y a nuestro planeta.
A mediados del año 2008, se encontraron en las Fuentes Georginas (en Zúnil, Quetzaltenango, Guatemala):
  • La Master Eva Maria Dautry Autin, Consultora francesa en desarrollo sostenible
  • El Licenciado Bayron Estuardo Velásquez Ramírez, Psicólogo clínico guatemalteco.
  • En esa época, Eva Maria estaba en Guatemala elaborando la estrategia nacional de adaptación comunitaria al cambio climático para el PNUD y Bayron coordinaba la “Campaña de sensibilización ambiental en favor de una cultura de reciclaje” en Zúnil, por parte del Colectivo Resistencia Verde. Para ese entonces, aún no sabían el sentido que este encuentro tenía para ellos. Sin embargo, se volvieron a encontrar varias veces de manera inesperada y así se fue tejiendo una relación basada en una sensibilidad común por la naturaleza.
    Con el tiempo se fue creando una relación solidaria entre ellos respecto a sus actividades profesionales. Encontraron una sorprendente complementariedad entre sus experiencias, técnicas, políticas y humanas. En Enero del 2009 en San Juan la Laguna - Guatemala, dos culturas, dos cosmovisiones, dos profesiones se fusionan en favor de una misma causa, útil y necesaria, la causa socio-ambiental. Con la inspiración del hermoso lago de Atitlán, se ha ido diseñando el concepto de Econexiones Unidas que ha llevado a la creación de la ONG franco-guatemalteca del mismo nombre.
    Su identidad se basa en una visión holistíca ante la urgencia de establecer conexiones con los demás y con el entorno para lograr un desarrollo humano racional. Tenemos que mantener y reforzar lo que nos une a la naturaleza con el fin de que nuestras acciones sean más coherentes, sostenibles y más propicias para enfrentar los desafíos globales actuales y futuros.
    Hoy en día, Eva Maria y Bayron continúan trabajando juntos con la misma pasión y determinación en la promoción del desarrollo de prácticas, iniciativas responsables y eco-proyectos a través de capacitaciones, consultarías y con la red internacional de Eco-actores que están impulsando. La fraternidad es una garantía de su confiabilidad y la ampliación de su acción con cada día más eco-actores, es un paso más hacia la conquista de su visión. Ambos se encuentran muy agradecidos por tener la oportunidad de trabajar según su propia ideología respecto al cambio interno y colectivo que se debe realizar para adaptarnos y evolucionar con la naturaleza. Por lo que les invitan desde ya a “unificar esfuerzos, actuar juntos, sembrar eco-conciencia y cultivar cambios” en el planeta...



    Ahora! Quizas mañana sea tarde...